Vivimos tiempos difíciles marcados por la globalización y la dificultad de liderar en precios. Internet y, en general, la mejora de las comunicaciones puede tirar por la borda, de la noche a la mañana, una estrategia de competir en precio. Día a día vemos como muchas compañías bajan constantemente sus tarifas para poder ser competitivos, y así cubrir gastos y pagar sueldos a final de mes. Incluso, y cada vez más, muchos empresarios trabajan a precio de coste para poder mantener sus estructuras. En cambio, hay empresas que, a pesar de los tiempos difíciles, consiguen mantener un alto índice de crecimiento de forma constante. ¿A qué se debe esto? ¿Por qué mientras unos luchan por llegar a fin de mes otros consiguen crecer y expandirse de forma continuada? La respuesta está en cómo hacen las cosas. Generalmente, innovan y crean nuevas estrategias y productos para diferenciarse. Buscan una diferenciación tan extrema que hacen que la competencia se vuelva irrelevante. Además, buscan soluciones para que, continuamente, sus productos o servicios rompan la cadena de valor de todo aquello que consideren competencia. Hay una forma de hacer que tu empresa funcione y mantenga un alto índice de crecimiento. Y, sin duda, esta forma es siempre a través de la creación de valor y no del precio.